- Abigail Kinoiki Kekaulike Kawānanakoa, la llamada última princesa hawaiana falleció el domingo a los 96 años con su esposa, Veronica Gail, a su lado.
- Estaba casada con una señora de 69 años que ganó el jackpot del Megamillions al morir la Doña.
- Su muerte fue anunciada el lunes por la mañana a las puertas del palacio de ʻIolani, la única residencia real de Estados Unidos donde habitó la monarquía hawaiana.
- Abigail sufrió un derrame cerebral en 2017, lo que desencadenó una lucha legal sobre si tenía capacidad para gestionar su patrimonio multimillonario.
- La nativa hawaiana tenía un patrimonio de 215 millones de dólares tras heredar su fortuna como bisnieta del empresario irlandés James Campbell.
- No poseía ningún título formal, pero era un recuerdo vivo de la monarquía de Hawái y un símbolo de la identidad nacional hawaiana.
- Sí: FNB regresa después de dos años como si nada. Esta web es el puto Guadiana (chiste para españoles). ¿Y qué?
Su currículum: qué hizo la doñita durante su vida
Abigail (que fue bautizada así por una novela de Radio Caracas) fue heredera de un terrateniente azucarero y cuya vida consistió en ser activista woke (o sea: progre) que no se puso pegamento en las manos para pegarse a los cuadros de los museos porque ya estaba muy mayor para eso, pero casi.
Se dedicó a financiar diversas causas, como becas para estudiantes nativos hawaianos, oponerse al proyecto de transporte ferroviario de Honolulú (what?), apoyar las protestas contra el telescopio ese que iban a poner en Hawáii y al final acabó en Canarias pero al final no, donar objetos propiedad del rey Kalakaua y la reina Kapi`olani para su exhibición pública, incluido un diamante de 14 quilates del anillo del meñique del rey, y mantener el Palacio `Iolani.
Hasta Brooklyn Beckham tiene un currículum más extenso que esta tarántula.
Su mayor afición: trolear a líderes religiosos
Una vez, el obispo de la diócesis católica de Honolulú le pidió una donación de 100.000 dólares con motivo de la canonización de Santa Marianne. Abigail le dijo que daría el dinero a la iglesia sólo si conseguía una foto del Papa Benedicto XVI aceptando su cheque (le faltó agregar que tuviese las manos manchadas de Cheetos).
Cuando el obispo accedió, Kawananakoa se sintió decepcionada. En realidad, “ella esperaba que le dijera que se largara”, según cuentan fuentes varias.
Y aún hay más: en 2012 intentó sobornar al mismísimo Dalai Lama, pero parece que no hubo dinero suficiente para que bailase el mono, y, ¡ay, Dalai!, el Lama (¿Manolo Lama?) le dijo, con buenas maneras, que le ondulasen con la permanente, lo que Abigail pareció celebrar porque “estaba contenta de que alguien tuviera realmente algo de integridad“.
Lesbiana lo es, seguro
Parafraseando a Rociíto (en FNB la seguimos llamando así: ROCIÍTO), Abigail se casó en 2017 con UNA SEÑORA. ESCÁNDALO en Hawái. LA PRINCESA ES LESBIANA, ¡SEGURO!
Muere la primera (y última) princesa LESBIANA. Lesbiana lo fue, SEGURO: Share on XSe dice, se conoce, que las tórtolas (hoy en la redacción de FNB recuperamos el humor sutil y ácido patrocinado por H&S) se conocieron en 1996 y fueron dos lesbianas felices durante años, como Anne Heche y Ellen Degeneres, o como Portia de Rossi y Ellen DeGeneres (yukss!) o como Encarna Sánchez e Isabel Pantoja. Todas felices.
Se casaron en 2017 en casa del ex juez del Tribunal Supremo de Hawái (¡nada menos!), que presidió la ceremonia.
El feud entre su abogado arribista y la lesbiana gold digger
Como toda boda de millonario, esta no estuvo exenta de drama, por supuesto: según la estación afiliada de CBS KGMB-TV de Honolulú, se conoce que el abogado de Abigail, un tal James Wright, consiguió que un tribunal ordenase que el patrimonio fuese gestionado por él, el cual logró que el tribunal investigase las circunstancias médicas y de salud mental de la “princesa” para evitar que la esposa se quedase con el imperio azucarero.
Por supuesto, el abogado fue despedido de una patada lesbiana y la pareja continuó estos años de felicidad lesbiana.
El Palacio de ʻIolani, hoy atracción turística en Honolulú
Apúntate esto para tu próximo viaje a Hawái: visitar el palacio de la princesa Mononoke (no nos acordamos del nombre ya) lesbiana, hoy una atracción en Tripadvisor:
Como homenaje póstumo a este también póstumo descubrimiento, os dejamos con vídeo de la finada para ponerle voz y personalidad:
En paz descanse, Su Majestad.