El ritmo de la Chichi

Paris enseña los “mofletes” bajo su vestido gracias a su “tanga de chichi” porque para algo se ha molestado en dejarselo bien coquetón. Además sabemos que a ella le gusta ir siempre bien fresquita. A lo mejor es porque tiene furor uterino y cada vez que ve un chulazo necesita airearse un poco. Se conoce que el fotógrafo estaba cañón.

Esto me recuerda a aquella vieja canción de Sueno Latino que decía “Se me calienta la chichi! El ritmo de la chichi! El calor de la chichi! Méteme la mano…porque éste es mi ritmo. Quiero moverla toda…”

Pero no sólo se airea el parrús, sino que también le pica y se lo rasca con disimulo.
Por cierto el bikini es horroroso.

Aquí Paris está rebotada porque su chumi no es el centro de atención. Mirad al chico que esta debajo de ellas.

Una de las cosas más fugs que hay ahora mismo son las calaveras. No puedo con ellas, las llevan todas. Esos horrorosos pañuelos de calaveras de Alexander mcQueen me ponen en el disparadero. ¿Por qué coño todas estas pijas rositas que imitan a Barbie se ponen calaveras, como si ahora fueran unas mitómanas rockeras? Ahí estoy en desacuerdo total y me pongo de muy mal humor.

Aquí tenemos a su ex-mejor-amiga Nicole Richie luciendo esqueletazo creyéndose que va ideal de la death y epatando a toda la calle con ese cuerpo serrano que se le ha quedado.

Atención al pañuelo:

Nicole Richie o la carencia de estilo absoluta. Todas estas pobres chicas tipo Nicole Richie, Mary-Kate Olsen y demás que se hacen conocer como las “Boho-chic girls“.

Es tan chic ver un esqueleto a una melena de peluquería y unas enormes gafas pegado y luego unas mallas (¡¡perdón, leggins, como se dice ahora!!) y rodeadas de pañuelos de los que llevaban las amigas de nuestras abuelas, sí, esas que olían a naftalina fresca que no lo puedo evitar y voy a ir corriendo a atracar un geriátrico y llevarme a punta de pistola todos los pañuelos que me quepan en los bolsillos y luego le robaré a mi madre las mallas que usaba en la época en que emitían “Cristal” y me pondré las zapatillas de Manolete “manoletinas” y las pintaré de dorado.

En fin. Estilachos.