Retomamos la abandonada sección de Realeza para dar un poco de tema a la mujer hispana que nos lee y quiere ser como Meghan. O como Kate. ¿Cuál eres tú?
Es posible que hayas oído hablar de las “Style Personalities”, como la dramática, la clásica y la artística, pero este concepto escala un nuevo nivel en la monarquía británica.
Las mujeres de la familia real tienen que arreglarse para asistir a algunos de los eventos más glamurosos del mundo, así como vestirse con ropa informal para sus excursiones por el campo a comer gooseberry y cinnamon yoghurt, pero ¿cuál de ellas inspira tu vestuario?
Si eres fan de los colorines, lo más probable es que te hayas dejado influenciar por la difunta Reina, que siempre sabía cómo atraer las miradas.
Sin embargo, si lo tuyo son los vaqueros rotos y las “camisas boyfriend“, lo más probable es que te sientas atraída por la insufrible Duquesa de Sussex y su chic californiano.
Mientras tanto, la Princesa de Gales, Kate Middleton, impecablemente pulida, nunca tiene ni una arruga a la vista, pero es un look que requiere mucho mantenimiento:
¿Eres clásica y controlada como la Princesa de Gales? ¿O una chica cool californiana y agredida por el universo entero como la Meghan?
Puede que tengas más en común con las princesas Beatriz y Eugenia, que se esfuerzan por mantener el estilo, pero son conocidas por ser un poco “caóticas”, por decir algo.
El estilo de Kate Middleton
Como miembro de la tribu Kate, los bohemios te acusan a menudo de ser aburrida y de ir a lo seguro, pero esos hippies se equivocan. Así es una Princesa de Gales:
Con el tiempo, has invertido un esfuerzo considerable en refinar tu aspecto y, en consecuencia, has dominado el arte de vestir bien. Gracias a su dedicación, ahora parece que no le supone ningún esfuerzo, y está cosechando los frutos a medida que le llueven los cumplidos.
Prefieres un look depurado y entallado, sin alardes ni adornos… Te abochorna ser confundida con una plebeya debe evitarse a toda costa…
Las compras se realizan con precisión militar, y se buscan las prendas perfectas con ojo de lince. Las marcas británicas de corte impecable son tus preferidas, con una pizca de High Street, pero las marcas que defiendes son en realidad irrelevantes, ya que tu cuidadosa compostura hace que las prendas más baratas parezcan caras.
La atención al detalle es primordial, tu maquillaje siempre está aplicado con arte y te aseguras de que ni un solo mechón de pelo brillante y secado esté fuera de lugar. Cada aspecto de su apariencia se controla meticulosamente hasta el último milímetro, asegurándose de que los malos días y las fotografías poco favorecedoras queden en el pasado.
Puntos fuertes: Acompañantes de punto, vestidos entallados, abrigos entallados a la cintura, accesorios discretos y elegantes y muchos zapatos de salón nude. Cinturones con todo.
Compras en: Alexander McQueen para sastrería, Jenny Packham para glamour, Allessandra Rich para vestidos de día y Gianvitto Rossi para zapatos.
Pero, si eres pobre: Zara, Rixo y LK Bennett
Camilla Parker Bowles: “creativa” e imprevisible”
Si perteneces a la tribu del estilo de la camilla, o sea, la Camilla Parker, eres una mujer que sabe exactamente lo que quiere. O sea: que ve a un hombre y va a por él aunque este esté casado, con hijos y aspire al trono de un país. Da igual.
Eres una baronesa y condesa anglicana (en realidad, tú que nos lees, eres de Maturín, Venezuela, pero no nos jodas la idea) y vistes precisamente lo que te apetece en cada momento, sin preocuparte en absoluto de cuáles puedan ser las normas y al cuerno con lo que piensen los demás.
Las mujeres de menor categoría no podrían llevar este look. Desde el punto de vista de la sastrería, nada está fuera de tus límites y te gusta expresarte con todo lo que se te antoje, desde plumas y estampados estridentes hasta botas de agua adornadas con tiaras en la cara. En realidad no debería funcionar, pero de algún modo tu alegría de vivir interior hace que todo el look encaje y se convierta en algo.
Tu actitud inconformista suele dividir a la multitud. Los fans te aplaudirán por ser quien eres sin pedir disculpas y disfrutarán con tu estilo alocado y experimental, mientras que los críticos te tacharán de irreverente, imprevisible e irrespetuosa.
Sin embargo, esta desaprobación no es más que agua de borrajas, ya que, al ser una Camilla experimentada, te sientes cómoda con la polémica y estás acostumbrada al ostracismo.
Puntos fuertes: Zapatos de tacón sensatos, modestos trajes de falda de dos piezas, vestidos de rayas verticales y vestidos de línea A, o tweeds y botas de agua Du Barry para salir a pasear por el campo. No te olvides de las joyas llamativas y los tocados más grandes que la vida.
Compras en: Bruce Oldfield, Anna Valentine y Fiona Clare con botas de agua DuBarry y zapatos cómodos de Sole Bliss.
Pero, si eres pobre: Jigsaw, Hobbs y Vionic
Beatriz y Eugenia de York: inenarrables
Todos recordamos esta imagen, ¿verdad?
Si formas parte de la tribu de Beatrice & Eugenie, puede que sientas que vives en el siglo equivocado.
Tu estilo tiene una cierta “sensibilidad caprichosa” que te hace sentir más en casa en una novela de Jane Austen que en medio de la frenética vida moderna.
Huyes de los tejidos restrictivos y entallados y prefieres pasearte en románticas prendas vaporosas. Los rosas y los tonos pastel son tus favoritos, y cuanto más intrincado sea el diseño o más adornada esté la tela, más te gustará.
Te encanta todo lo femenino, floral y con más volantes que las 24 horas de Le Mans, y te encanta ponerte tus mejores galas para las ocasiones especiales pero, por desgracia, tu “entusiasmo” no siempre da los mejores resultados.
Estar “guapa” es muy importante para ti, pero tiendes a ser una “urraca maníaca” de la moda y a dejarte llevar (Coco Chanel se revolvería en su tumba con algunos de tus conjuntos), así que te vendría bien pasar un rato con las Meghs (la tribu de Meghan) y estudiar su enfoque de “menos es más”.
Tu estrategia preferida a la hora de ir de compras es hacerlo en grandes grupos de chicas, lo que te dará mucha seguridad, comodidad y apoyo para cuando te enfrentes a esos espejos de vestuario tan poco favorecedores.
Más tarde, os reuniréis para celebrar vuestras compras con un té y un pastel, mientras planeáis el baby shower más “elegante” (recuerda: ahora eres británica y esto es bastante relativo) y os ponéis al día de los cotilleos sobre quién quiere a quién, con vuestras carcajadas resonando en las paredes, aún claramente audibles a varias calles de distancia.
Tu fuerte es el maquillaje fresco, con la piel hidratada y los ojos desorbitados por la máscara de pestañas, muy británica, mucha pestaña. Tus peinados enmarcan suavemente tu cara y tienes afinidad por los sombreros y tocados imposibles, por los que nunca deberías ir de compras sola.
Puntos fuertes: Los vestidos midi florales, la sastrería pasada de moda, los sombreros extra y cualquier cosa que parezca de los años 80 (incluidos los lazos de Fergie) son tus favoritos, pero no pierdas de vista los vestidos premamá con vuelo.
Compras en: sombreros de Self Portrait, Zimmerman, Roksanda y Philip Treacy.
Pero, si eres pobre: Monsoon y Accessorize
Meghan: “relajada”, de estilo californiano más falso que tu sonrisa
Las integrantes de la tribu Meghan son chicas que fingen ser naturales pero son tan histéricas e insoportables como cualquier otra.
Los pantalones vaqueros cortos, las camisas holgadas y las gorras de béisbol son tu fondo de armario.
La vida no puede ser siempre chic y vestir descalza como si estuvieses en el Seven Eleven de Montecito, así que, naturalmente, tienes algunas prendas de sastrería para arreglarte cuando sea necesario. Tu prenda estrella es un abrigo camel que te pones sobre cualquier prenda, desde ropa deportiva hasta vestidos de cóctel, siempre que necesitas fingir que tienes estilo.
Tu fingida “estética de chica limpia” se extiende a peinados sencillos y maquillaje mínimo, ya que dejas que tu piel respire.
Las normas y la etiqueta, ya sean sartoriales o de otro tipo, le resultan asfixiantes porque tú eres una Amazonas bien femichochi te jode tomar el té a las cinco.
Puntos fuertes: Vaqueros rotos, camisas de rayas oversize, gorras de béisbol, ropa deportiva de diseño y ese fiel abrigo camel.
Compra en: MaxMara para el abrigo, Mother jeans, Lululemon para la ropa deportiva
Pero, si eres pobre: Ted Baker para sastrería, H&M para ropa deportiva, Levis para vaqueros.
Zara Tindall: la verdadera ganadora en la sombra
Para quien no la ubique, Zara Tindall Phillips, muy poco conocida en la prensa internacional, es la hija de la Princesa Ana y el Capitán Mark Philips. Es la sobrina del Rey Carlos III y prima de William y Harry. Está en el puesto 20 de la línea de sucesión.
Tindall ganó el Campeonato del Mundo de Concurso Completo de Equitación en 2006. Ese mismo año, el público la eligió Personalidad Deportiva del Año 2006 de la BBC. En 2012, portó la llama olímpica en el hipódromo de Cheltenham a lomos de su caballo Toytown. Como miembro del Equipo de Concurso Completo de Reino Unido, ganó una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Verano de 2012, que le regaló su madre. En 2011 se casó con el jugador de rugby Mike Tindall.
Hechas las presentaciones:
Team Zara
Te encanta la idea de vestirte y estar radiante, pero odias todo el trabajo y la planificación que conlleva y te aburres con facilidad.
Como deportista, tienes una capacidad de atención relativamente corta y, si la adrenalina no te ha hecho efecto en los primeros 10 minutos, abandonas la tarea en busca de otra emoción más estimulante.
Cuando la frustración del intento de montar el traje se hace inevitable, normalmente acabas poniéndote el conjunto que más te convenga en tu afán por divertirte, pero nunca acabas de “llevarlo”.
Si todo lo demás falla mientras te apresuras a salir por la puerta, siempre puedes recurrir a tus fieles pantalones de montar y chaqueta pirata con los que, admitámoslo, probablemente te caíste de la cama de todos modos.
Sin embargo, lo maravilloso de pertenecer a la tribu Zara es que, una vez fuera de casa, te importa un bledo tu aspecto y te centras mucho más en disfrutar y pasarlo bien.
De hecho, podrías ir a las carreras sin llevar nada más que un gorro de montar y aun así pasarías el mejor día de tu vida, encarnando el hecho de que la confianza, por encima de todo, es el ingrediente más importante en cualquier repertorio de estilo.
La realidad de la situación es que ser elegante no es algo natural para ti -lo cual está perfectamente bien, ya que todos hemos recibido dones diferentes (a las Kate probablemente les cuesta leer un mapa)- y, en realidad, no está lo suficientemente arriba en tu lista de prioridades como para justificar el tiempo y la energía que requiere solucionarlo.
El resultado es un batiburrillo de conjuntos inconexos sin ningún tema, estilo o color que los una. Algunos de ellos funcionan, otros definitivamente no, y todos se beneficiarían de una pequeña sesión o dos con un estilista personal.
Ir de compras es igual de azaroso y no tienes ningún reparo en mostrar fidelidad a ninguna marca, color o estilo en particular.
La mayoría de las veces no te atreves a desprenderte de tu dinero para comprar ropa de los diseñadores más caros y, como normalmente tienes prisa, acabas invariablemente en la tienda de toda la vida que te ofrece todo tipo de prendas, desde Ascot hasta Asda; irónicamente, el gigante de las grandes superficies también conocido como Zara.
Tus puntos fuertes: Jodhpurs, vestidos de hacking, vestidos de té florales, tacones altos y fascinadores.
Compras en: Zara (¡esto es sentido del humo británico!), Diana von Furstenburg, Zimmerman Holland & Cooper para todo lo relacionado con la hípica.
Pero, si eres pobre: Mole Country Stores o Zara.
La Princesa Diana: rebelde, sensual y coqueta
Las de la Tribu Diana nacieron para cambiar las cosas.
Nunca habéis sido creados para seguir las normas, ni las de la moda ni las de ningún otro tipo, y ni siquiera deberíais molestaros en intentarlo; hacerlo sólo frenará vuestro espíritu creativo y os hará sentir deprimidos, invisibles e infravalorados.
La tuya es una cualidad de estrella. Cuando entras en una habitación, todas las miradas se posan en ti -simplemente te comportas de forma diferente- y el efecto es fascinante.
Te quedan bien hasta esos horrendos jerseys de lana con adornos de oveja, pero, como es más bien tímida (o te lo haces, perra), la moda es tu válvula de escape y la forma en que comunica sus pensamientos y sentimientos más profundos al mundo exterior.
Los hombres quieren protegerte, atraídos por tu fragilidad, y las mujeres se identifican con tu vulnerabilidad al tiempo que se inspiran constantemente en tu estilo.
Para ti, la moda es un delicioso buffet que pide ser degustado, y las tentadoras variaciones de la comida son infinitas.
Tienes la capacidad de hacer que cada atuendo resulte fresco y emocionante, como si lo viéramos por primera vez. Puedes dar rienda suelta a tu talento con cualquier look, desde un vengativo vestido negro de cóctel hasta unos pantalones cortos de ciclista y unas zapatillas feas.
Desafías las convenciones y llevas las cosas a tu manera, definiendo nuevas tendencias a tu paso.
Pero quizá lo más seductor de todo sea tu tranquila coquetería combinada con tu sensualidad rebelde. Una combinación embriagadora que te hace muy, muy sexy.
Puntos fuertes: Pantalones cortos de ciclista, jerseys de punto, lunares, trajes de falda y vestidos de revancha
Compras en: Armani, Dior, Chanel, Catherine Walker.
Pero como eres pobre: Aspiga para jerseys, H&M para lunares y trajes de falda, River Island para vestidos de venganza
