Es público y notorio el cuasi odio que se profesan estas dos damas de los platós. También es conocido que las dos han llegado a lo mas alto partiendo de lo mas bajo. Por eso, quizás, se comportan como dos nuevas ricas que no sabén qué hacer con lo que la vida les ha dado.
Ambas son también un quiero y no puedo continuo. Bastas y verduleras como nadie bajan a los fondos de la sociedad para engatusar a esas amas de casa aburridas.
Pero también, listas como el hambre, saben codearse con las altas esferas para rodearse de un boato que jamás hubieran pensado tener.
Cuando la una se emborracha cada día de audiencia y la otra come el polvo de su fracaso, se enfrentan a este Versus que les hemos preparado, que bien podría ser una batalla de barro o una pelea de marujas en el mercado.
Primer asalto. Responsabilidad social: Ana Rosa Quintana mantuvo un romance con José Luis Garci y se dedicó durante un tiempo a ser portavoz de las mujeres maltratadas. Eso es todo lo que le debemos, nada más.
María Teresa Campos dio a luz a Terelu, un ser detestable que por lo menos ha servido para rellenar huecos en los programas del corazón y que en su día mostró en público lo cachonda que le ponía el roce con su novio. Campos 1, Quintana 0.
SEGUNDO ASALTO. Estética: La recatada María Teresa hizo un esfuerzo sin precedentes hace unos años, siendo pionera en lucir cortes de pelo más o menos atrevidos para señoras de cierta edad. Desde ese momento, se abrió un campo desconocido para tipas sexuagenarias. Sin embargo, Teresa siguió comiendo sin tener en cuenta que su cuerpo no dejaba de ensanchar.
En este sentido la evolución de Ana Rosa ha sido mucho mas espectacular. Con 49 años, dos gemelos recién nacidos y otro ya adolescente llegó a telecinco en enero de 2004 como una teenager recién salida de la facultad. Campos 1, Quintana 1.
TERCER ASALTO. Un nombre, una marca: Qué lenta es María Teresa Campos para algunas cosas y qué lista Ana Rosa quando le in-Teresa. Pirateó un libro como pocos y supo lavar su imagen como nadie.
Desde el “escándalo” de “Sabor a hiel” subió su audiencia, montó una productora, puso nombre a una revista, cambió de cadena y sacó una línea de productos de belleza. Todo ello con dos letras, AR, que cada vez se parecen más a estas cinco: OPRAH. Campos 1, Quintana 2.
CUARTO ASALTO. Momentos televisivos: Las dos aprecian de buena gana los escándalos y los momentos hard core de la televisión por mucho que quieran ir de dignas. Ana Rosa ha sacado las miserias de los que por sus talk shows han pasado, pero María Teresa se vale por ella misma para protagonizar instantes maravillosos. “No hace falta ser una pija como tú”, le escupió en toda la cara a Julia Otero un día. Campos 2, Quintana 2.
QUINTO ASALTO. Importancia histórica: María Teresa Campos puede que haya sido derrotada por fracasadas de la talla de Carolina Ferre. Incluso puede terminar repartiendo periódicos gratuítos en el metro, pero a ella le debemos casi la vida. Ha reinventado el maravilloso género del magacín. Y ella solita se sacó de la manga los conceptos: Colaborador, tertuliano, mesa de debate, apueste por una, corrillo… Vamos, responsable de lo que hoy somos. Campos 3, Quintana 2.
RESULTADO: Campos 3, Quintana 2. Mola más la Campos.
Pija, más que pija.
Para que vuelvas a por más.