La autopsia de Anna Nicole Smith parecía que había dejado todo claro. Una ingesta descontrolada de tranquilizantes provocó su muerte. Pero, ¿quién animó a la modelo a tragarse tantas pastillas? ¿Acaso alguien le incitó a hacerlo? La policía investiga a su psiquiatra, quien pudo haberle recetado premeditadamente más medicamentos de los necesarios.

Cadáver de Anna Nicole Smith
En esta tampoco está muerta: se estaba tatuando

El misterio sobre la muerte de la modelo norteamericana Anna Nicole Smith puede dar un nuevo vuelco inesperado. La causa de su fallecimiento, tal y como aclaró el resultado de la autopsia, dejó claro que se debía a una ingesta descontrolada de barbitúricos, lo que no se tiene que confundir con un suicidio. Sin embargo, lo que parecía un caso cerrado a cal y canto se ha reabierto tras encontrarse un responsable a tan desgraciado accidente.

La otrora reina de “Playboy” almacenaba en su preciado estómago nada más y nada menos que una fantástica colección de once tipos de pastillas diferentes (de todos los sabores, colores y formas conocidas). ¿Cómo pudo comerse tantas pildoritas la buena de Anna Nicole? ¿Tantos conocimientos de medicina almacenaba en su preciada cabecita? “No”, ha dicho la Junta Médica de California.

Según la investigación (cerrada hasta el momento) la psiquiatra de la modelo, la doctora Khristine Eroshevich, fue la responsable de recetarle más de 1.800 pastillas y una botella de un medicameto sedante muy muy fuerte durante las cinco semanas anteriores a la muerte de esta bella mujer. Todo ello, al parecer, para sobrellevar la depresión postparto, la trágica muerte de su hijo mayor y una molesta e inoportuna gripe que atacó la garganta de la codiciada maniquí. Es decir, todos los medicamentos que degustó Smith tenían prescripción médica.

FNB, que ha permanecido hasta el momento muy atento al desarrollo de los hechos relacionados con Smith, seguirá muy de cerca los nuevos pasos que dé la policía californiana en lo que puede convertirse en el mayor escándalo de esta primavera.

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