Cosmopolitan TV estrenó ‘We love Tamara’ pensando que iba a dar el pelotazo con la hija del gran personaje de la “crónica social”.
Por supuesto, uno de sus padrinos tenía que ser Boris Izaguirre:
A partir de ahí, una serie de promos pedorras vaticinaban lo aburrido que iba a ser todo:
Se va acercando. ‘We love Támara‘ (aquí reivindicamos que se la llame Támara, tal cual la llama Boris).
El viernes, llegaba otro vídeo del programa con los amigos absurdos imprescindibles del grupo petardo madrileño por excelencia (Bimba Bosé, David Delfín, Boris, Gordaska, Mario, Carmen Lomana y estas absurdas, ya sabéis):
Mario Vaquerizo nos resulta gracioso a veces. Es un tipo simpático, no lo negamos, pero en este vídeo merece un sardinazo en toda la boca porque su risa resulta irritante. Pero Mario, ¿qué te has creído que eres? ¿Isabel Gemio?
Un fracaso. Tiempo perdido. Falto de lenguaje televisivo, falto de gracia. Pretencioso. Así definimos en FNB, después de votación unánime, al primer y suponemos que último asomo de Támara Falcó en televisión.
Partimos de la base de que Cosmopolitan TV, Divinity y estos canales, están pensado para pedorras, sin personalidad y que atraviesan su adolescencia o, en el peor de los casos, la están extendiendo aún pasados los 30. Adolescentes y post adolescentes espectadoras de tutoriales de maquillaje y “what’s on my purse” de Youtube. Saras Carboneros. Petardas que se pensaban que iban guapas con la horterada esa de las pulseras de decenarios y que aspiran a ser Audrey Hepburn.
Dicho esto y habiendo quedado claro que nos declaramos enemigos de estas petardas, sí nos declaramos seguidores de Támara, porque tiene pedigrí y porque tiene todo el sentido del mundo.
Pero no podemos aceptar reducir su mundo a:
“Te queda que te mueres”
Un rato después, vemos a Támara y a su estilista, Cristina Reyes, comentando lo siguiente:
“Yo tengo que descansar antes del desfile de Armani porque es que estoy agotada“.
“A que es súper guapa la virgen de mi móvil?”
Respuesta de Cristina Reyes:
“Es súper guapa, nunca mabía fijao. Pero súper guapa. Mira los pómulos.”
¡Bah!
No vamos a hacer una crítica cultie haciendo alusiones a Nietzsche, como si fuésemos unos eruditos (de hecho, he tenido que buscar en Google cómo se escribe ese apellido).
Pero, objetivamente, la conversación es hueca, y prueba de ello es que no sólo se aburren a sí mismas (Támara pega un bostezo que casi se come a su estilista), sino también a su audiencia, que cayó debajo del 1%. Apenas 5.000 espectadores.
Luego Támara sigue soltando su rollo cristiano sobre las vírgenes y tal que está muy bien, pero no nos interesa. Nos interesa que la pongan en ridículo. Que haga un poco la ridi, la absurda. Como siempre fue:
Támara. Tú valías para un show en MTV. No esta mierda para lectoras de Telva.