En la tipología de las británicas, hay un lugar especial reservado a las Essex girls, una señorita de los suburbios del este de Londres que viste con sandalias blancas de tiras y aceite bronceador, se tiñe el pelo de rubio o con mechas, tiene un dominio del español que sólo alcanza para la palabra “Ibiza”, y perfecciona un aire de belleza agria.

Victoria Beckham -Posh Spice, como se la conocía- y su amiga de la infancia Laura efi, eran las reinas reconocidas de ese reino.

Mr Blackwell called Victoria Beckham “a skinny-mini monstrosity”? | British Vogue | British Vogue

Victoria Beckham's Best Fashion Moments | POPSUGAR Fashion UK

Victoria Beckham - Victoria Beckham Photos - Zimbio

Victoria -cuyo marido David es estrella del fútbol y un potro venido a modelo- apareció en las pantallas de televisión el 16 de julio en un reality show sobre la nueva vida de su familia. Es justo decir que sus útiles consejos – “Los tacones altos son buenos porque te alargan de verdad“- no conquistaron a todos los telespectadores.

El programa, según el New York Times, “pone a prueba la aparentemente insaciable demanda del mercado americano de It girls ricas e idiotas”.

Pero lo más importante de la llegada de los Beckham es que consolida el idilio mutuo entre las celebridades británicas y Estados Unidos.

No es difícil adivinar quién ha marcado la pauta en este sentido: se puede consultar en las listas de best-sellers del Times. En el número 3 se encuentra la biografía de Tina Brown sobre la inspiración de las “Essex Girls“: Diana, Princesa de Gales, fallecida el mes que viene hace diez años. Diana amaba Estados Unidos por razones que han seducido a innumerables británicos a lo largo de los siglos. En el lado occidental del Atlántico no te juzgan por tu ascendencia ni por si te haces mechas en el pelo. Y el tiempo es mejor.

Pero la cosa es así. Gran Bretaña es ahora una sociedad tan abierta y sin clases como Estados Unidos (los hábitos de los Beckham son mucho más típicos de la Gran Bretaña moderna que las travesuras en el internado de ese otro británico omnipresente que es Harry Potter).

Entonces, ¿por qué molestarse en instalarse en Estados Unidos? Por la misma razón por la que a los banqueros de inversión de Nueva Jersey les gusta Londres: porque las dos naciones tienen mucho en común. Gran Bretaña y EE.UU. son las sociedades más desordenadas, sin deferencias, más chungas del planeta, lugares a los que les gusta hacer dinero rápido, que disfrutan de la celebridad precisamente porque es efímera.

Puede que estas características no sean la materia convencional de la lengua compartida y la alianza en tiempos de guerra que se supone que unen a las dos naciones, pero hoy en día son un pegamento mucho más fuerte. Victoria: Bienvenida. Te vas a sentir como en casa.

Artículo de Michael Elliot para Time.

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